Desde nivelación hasta accesos, te contamos cómo poner a punto tu terreno para recibir una casa modular en Argentina.
Tips, claves técnicas y estética del habitar moderno.

El nuevo habitar también empieza por el suelo
Construir ya no significa lo que significaba hace 30 años. El paradigma cambió, y con él, también lo hizo la forma de relacionarnos con el espacio, el tiempo y la tierra. En este contexto, las casas modulares ganan terreno como una opción más ágil, eficiente y flexible.
Pero incluso en esta nueva era de viviendas industrializadas, hay una premisa que se mantiene firme: todo empieza por el terreno.
Tenerlo listo no solo es clave para instalar tu casa, sino también para garantizar que el proceso fluya sin sobresaltos y se respete el diseño tal como lo imaginaste.
¿Es imprescindible tener escritura?
No necesariamente. Hoy muchas personas avanzan con casas modulares sobre terrenos con boleto de compraventa o incluso cesiones de fideicomiso. Lo importante es contar con alguna documentación que acredite el uso y habilite ciertos trámites como la conexión a servicios o gestiones municipales.
En desarrollos nuevos o barrios en formación, también se avanza con convenios más flexibles, lo que habilita que la casa modular se piense desde el inicio como parte del diseño integral del entorno.
Superficie, suelo y contexto
Antes de instalar una vivienda, conviene pensar el terreno no solo como base física, sino también como parte del diseño. ¿Cómo entra el sol? ¿Cómo se integra la casa al paisaje? ¿Qué vistas querés priorizar?
Desde lo técnico, hay tres aspectos clave:
- Nivelación: un terreno plano o suavemente inclinado facilita la instalación y ahorra trabajo previo.
- Compactación: si el suelo es muy húmedo o suelto, conviene estabilizarlo para evitar movimientos a futuro.
- Espacio libre: más allá del tamaño del terreno, es ideal dejar al menos 1,5 metros libres alrededor de la futura vivienda.
Un buen relevamiento topográfico permite anticiparse a estos factores y proyectar con más precisión.
¿Puede entrar un camión con grúa?
Esta pregunta es más importante de lo que parece. Una casa modular no llega en bolsas de cemento: llega armada o semiarmada, en piezas de gran tamaño. Por eso, es necesario evaluar:
- Ancho y condiciones de la calle
- Altura libre (sin cables ni ramas bajas)
- Tipo de suelo de acceso (no siempre es ideal entrar con lluvia)
Muchos terrenos en zonas rurales o desarrollos recientes requieren pequeñas adaptaciones que conviene prever con tiempo.
¿Y los servicios?
Lo ideal: que el terreno ya cuente con conexiones de agua, electricidad y desagüe.
Lo real: muchas veces no es así.
La buena noticia es que las casas modulares permiten avanzar en paralelo. Mientras se fabrica la casa, se pueden gestionar conexiones, perforaciones o biodigestores. Incluso algunos modelos pueden funcionar en modo off-grid hasta completar toda la infraestructura.
Fundaciones: menos obra, más precisión
Olvidate de la platea tradicional. En la mayoría de los sistemas modulares actuales, como CASAVIVA®, la vivienda se apoya sobre fundaciones puntuales y ajustables, que se colocan en el mismo momento del montaje.
Esto reduce el impacto ambiental, agiliza los tiempos y permite ajustar in situ los niveles si hubiera alguna diferencia de suelo.
El terreno como parte del diseño
No se trata solo de tener “un lugar donde poner la casa”. El terreno es parte de la experiencia de habitar: su orientación, su vegetación, su relación con el entorno. Pensarlo desde el principio es una invitación a diseñar no solo una casa, sino un modo de vida.
¿Estás proyectando tu casa modular?
Que no te frene la duda técnica. Hoy existen soluciones pensadas para cada etapa del proceso. Y preparar el terreno ya no es un obstáculo: es una oportunidad de empezar a construir desde las raíces.
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