En un país como Argentina, donde los presupuestos pierden vigencia en cuestión de semanas y la inflación desafía incluso a los proyectos mejor planificados, encontrar modelos constructivos más eficientes no es solo una tendencia: es una necesidad.
Por el Arq. Juan Pablo Núñez | Especialista en construcción industrializada
Una pregunta que cada vez se escucha con más frecuencia entre desarrolladores, arquitectos y futuros propietarios es:
¿por qué los sistemas de construcción industrializada han aumentado menos su costo que la construcción tradicional?

La respuesta no está en la moda ni en el marketing, sino en la estructura técnica y económica de cada sistema. En particular, en cómo se ve afectado por la principal variable inflacionaria de los últimos años: el costo de la mano de obra.
1. La mano de obra como principal impulsor del aumento
En la construcción tradicional, según el Índice del Costo de la Construcción (ICC) publicado por el INDEC, la mano de obra representa entre el 40% y el 50% del costo total de una obra. Este porcentaje es relativamente constante, pero lo que ha cambiado de forma acelerada es la variación de su valor.
- En 2023, el costo de la mano de obra en pesos aumentó un 135%.
- En contraste, el aumento promedio de materiales fue del 88%.
- En lo que va de 2025, los ajustes salariales pactados y previstos ya superan el 40% acumulado en el primer cuatrimestre, con proyecciones que estiman un incremento anual de entre 85% y 110%.
Estos datos evidencian que la principal causa del encarecimiento de una obra tradicional no son los ladrillos ni el cemento: son los jornales y los tiempos que se dilatan mes a mes en obra.
2. El impacto de esta dinámica en la obra tradicional
La construcción húmeda, tal como la conocemos, depende de procesos secuenciales, manuales, sujetos al clima, la disponibilidad de materiales y a múltiples factores externos. Una vivienda unifamiliar promedio puede tardar entre 8 y 14 meses en completarse.
Durante ese tiempo, cada aumento de costos laborales impacta directamente en el presupuesto. Además, la productividad relativa en obra es baja: se estima que ronda los 0,7 m²/hombre/día. Eso significa más personas trabajando más tiempo para alcanzar una superficie construida.
Cada certificado de avance se ve afectado por renegociaciones, imprevistos, reprogramaciones y costos indirectos que no estaban previstos al inicio del proyecto.
3. Cómo se comporta la construcción industrializada
A diferencia de la obra húmeda, la construcción industrializada traslada la mayor parte del proceso a un entorno controlado: una planta de fabricación. Allí se producen los componentes o módulos, que luego se ensamblan en obra en tiempos significativamente menores.
Estos sistemas presentan ventajas clave:
- Reducción de tiempos de ejecución: plazos de 60 a 90 días totales, versus 8-14 meses de una obra húmeda.
- Mayor productividad: en entornos industriales, la eficiencia supera los 3,5 m²/hombre/día, multiplicando por 5 la productividad de una obra tradicional.
- Menor exposición a variaciones salariales: la obra en sitio es mínima, y buena parte del personal trabaja con contratos fijos y procesos estandarizados.
Gracias a esto, en los sistemas industrializados, la mano de obra representa solo entre el 20% y el 30% del costo total, y su impacto en los aumentos interanuales es más moderado.
4. Comparativa técnica de aumentos (últimos 18 meses)
Ítem | Construcción Tradicional | Construcción Industrializada |
---|---|---|
Aumento promedio de mano de obra | +135% | +72% |
Aumento promedio de materiales | +88% | +67% |
Aumento total estimado de costo final | +115% | +63% |
Tiempo promedio de ejecución | 10 meses | 2-3 meses |
Exposición a inflación durante la obra | Alta | Baja |
<em>*Fuente: INDEC, Cámara Argentina de la Construcción y estimaciones de mercado (2023-2025).</em>
5. Eficiencia económica, además de técnica
Cuando se elige un sistema constructivo, no solo hay que mirar el presupuesto inicial. También hay que preguntarse:
¿Cuánto puede variar este costo en los próximos 6, 9 o 12 meses?
En los sistemas tradicionales, la respuesta es incierta.
En los sistemas industrializados, el plazo corto, la menor exposición a aumentos laborales y la estandarización de procesos permiten mayor previsibilidad y control sobre la inversión.
En resumen
La construcción industrializada no es solo una evolución técnica. Es una solución concreta para un contexto inflacionario como el argentino.
Ofrece una alternativa más estable, más ágil y menos vulnerable a las variables que hoy frenan muchos proyectos: el tiempo, el sobrecosto y la incertidumbre.
¿Querés profundizar en cómo funcionan estos sistemas, qué ofrecen y cómo se estructuran los precios en un modelo industrializado?
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